I feel pretty

Waterloo. Bélgica

Ahora que estamos haciendo  el cambio de armario es un buen momento para recordar trucos que nos ayudan a mantener saneado nuestro vestuario.  Es el momento ideal de tirar aquella ropa de invierno que no nos vamos a poner nunca más y para decidir qué prendas de primavera-verano ponemos en el armario y cuáles no y así planificar mejor nuestras próximas compras.

Hasta hace un año intentaba atenerme, sin mucho éxito, a la recomendación de tirar todo aquello que no hubiera usado en la temporada que finalizaba, o, como mínimo, aquello que no hubiera usado en dos años…

Admiro a la gente que es capaz de seguir estrictamente esta regla pero a mí no me acaba de servir porque resulta que mi falta de entusiasmo a la hora de comprar ropa se transforma en un verdadero apego hacia las prendas que tengo.

Me angustia tirar una prenda buena  por el único motivo de que no me la haya puesto una temporada. ¿Quién sabe si el año que viene esta prenda me salva la temporada? 

Finalmente he inventado mi propio método. Es realmente un pequeño gesto pero que me funciona y consiste en ejecutar los siguientes pasos:

1.       Elige el armario o cajón que quieras “limpiar”

2.       Programa 15 minutos en un temporizador. Puedes usar un temporizador de cocina, la “cuenta atrás” de tu móvil o programar una alarma para que suene en 15 minutos.

3.       Abre el cajón o armario y empieza a sacar las prendas de ropa de una en una y ve formando con ellas los siguientes 3 montones:

a.       Montón “I feel pretty”. En este montón pon aquella ropa que cuando te la pones te sientes guapa/o y estupenda/o.

b.      Montón “Básico, combinable”. Es el montón de las cosas que tienes y usas  porque son básicas y combinan bien. Es importante que sigan estando en buen estado.

c.       Montón “Por si acaso”. Es el montón de las cosas que una/o tiene:

                                                               i.      Por si acaso me adelgazo

                                                             ii.      Por si acaso me vuelvo a engordar

                                                            iii.      Por si acaso la prenda vuelve a tener el tamaño, forma o color que tenía cuando la compré.

                                                           iv.      Por si acaso se me estropea la lavadora y se me acaba la ropa limpia

                                                             v.      Por si acaso me animo a estrenarlo

                                                           vi.      Por si acaso lo llevo a arreglar

                                                          vii.      Por si acaso me vuelven a invitar a montar a caballo, a navegar, etc.

                                                        viii.      Por si acaso tengo que volver a pintar el salón

4.       Una vez tengas todas las prendas del armario clasificadas en estos tres montones, estudia el montón del “por si acaso” y tira la mitad. No hace falta tirar más.

5.       Vuelve a colocar las prendas en el armario. Yo las coloco ordenadas por montón:: “I feel pretty” a la izquierda, “Básico, combinable” en el medio y “Por si acaso” a la derecha. Coloca las prendas como te vaya bien, pero tener el “por si acaso” separado del resto te va a ahorrar tiempo al elegir lo que te vas a poner cada día.

Me gusta este ejercicio porque nunca he tardado más de 15 minutos en hacerlo y además, al tirar sólo la mitad del “por si acaso”, puedo mantener aquellas prendas que, aunque no me las haya puesto últimamente,  el año que viene pueden ser mi salvavidas.

No viene mal estudiar cuánta ropa hay en cada montón y tenerlo en cuenta en las próximas compras.

Sugerencia:

Pruébalo. Si te funciona: repite, si no: no.

Me interesa conocer más trucos para mantener actualizados mis armarios de ropa.