Pequeñas cosas sin importancia

Cuando en 2002 le dieron el premio Nóbel a Imre Kertész citaron estas palabras suyas que me dejaron profunda huella:

Decía Kertész que había tenido momentos de gran felicidad en su vida; pero ninguno como la vez que vio una mariposa después de salir del campo de concentración y, por primera vez, no tuvo ganas de comérsela.

No debería hacer falta que nos ocurriera algo malo para tomar conciencia de lo que tenemos y de las grandes alegrías que podríamos sentir a diario si abriéramos un poco los ojos y nos diéramos cuenta de lo afortunados que somos pese a todo...

Es un misterio

Philip Henslowe: "Señor Fennyman, déjeme decirle algo sobre el negocio del teatro. La condición natural es la de hallarse ante insalvables obstáculos en una carretera que conduce a un desastre inminente."
Hugh Fennyman: "Y entonces ¿Qué hacemos?"
Philip Henslowe: "Nada, extrañamente todo acaba bien."
Hugh Fennyman: "¿Cómo?"
Philip Fennyman: "No lo sé. Es un misterio."

Me encanta esta cita de Shakespeare in love. Lástima que sólo la he encontrado en una calidad verdaderamente pésima. Pero la podéis ver pinchando aquí y la misma conclusión se repite en los últimos segundos de esta otra.

Aparte de que la primera frase es impagable, encuentro que el diálogo entero es para enmarcar y sacar conclusiones.

Cuántas veces he estado en un proyecto, en el que, de repente, Murphy parece campar a sus anchas y los riesgos amenazan con hacerse realidad y el desastre parece inminente... y, de repente, las cosas empiezan a salir, vas entregando las cosas en plazo, aquello que parecía un obstáculo insuperable, se disuelve en la nada y todo se resuelve...

La postura de no hacer nada, no me la tomo literalmente. Yo la entiendo como que, no te desvías del camino, no tiras la toalla. Haces lo que tienes que hacer y todo va saliendo. Todo acaba encajando.

¿Cómo ocurre? No lo sé, es un misterio :-)

Alcañiz, 2011

Agradecer los regalos

"Es de bien nacido, ser agradecido."

Puerto de Cambrils

El tema del agradecimiento da mucho de si,  así que empezaré por algo muy básico.

Empezaré por reformular el dicho popular a "es de bien vivido, ser agradecido."

Creo que es una buena actitud ante la vida agradecer todos los regalos que uno recibe.
Normalemente se asocia la palabra regalo a un bien material que proviene de otra persona. Quiero extender el concepto a lo inmaterial y/o a aquello que simplemente se recibe.

Irlanda

El hecho de que alguien se interese por nuestro bienestar, invierta su tiempo o esfuerzo por hacernos un favor o que, de repente, recibamos una pequeña ayudita del universo para resolver una situación, es para mi un regalo. Aunque esa ayudita sea sólo el hecho de que ese día que llego con el tiempo justo a una cita, encuentro un sitio de aparcamiento justo en la puerta del sitio en el que he quedado.

Recibir regalos y tener la sensación de que todos los días son como el día de Reyes o nuestro cumpleaños no tiene precio.

Se pueden agradecer tantas cosas...
desde lo más pequeño y circunstancial:

- Qué bien que haya llegado a la estación sin mirar el reloj y al cabo de un minuto haya llegado el tren.
- Qué bien que ha parado de llover justo cuando tenía que salir de casa
- Qué bien que un amigo me haya enviado el típico mail con mensaje y que el mensaje sea justo el que necesitaba .

Galeta

- Qué oportuno que cuando estaba más triste, se me ha acercado el perro y ha apoyado el morro en el regazo. 


A lo más estructural o existencial:
- Qué buen pelo tengo
- Qué bien ser alta

- Qué bien tener gente cerca que me ayuda cuando lo necesito
- Qué bien tener fuerza y capacidad para ayudar a otros
- Qué bien que cuando se acaba un proyecto, me sale otro
- Qué bien tener salud
- Qué bien que haya amor a mi alrededor
- Qué suerte haber nacido hombre en esta época y lugar y no vivir con el miedo de que me recluten para una guerra
- Qué suerte haber nacido mujer en esta época y lugar y poder estar usando internet en vez de estar transportando el agua que mi familia necesita para pasar el día.

En fin, que si observamos y agradecemos durante el día todos aquellos regalos que recibimos, es difícil que no nos acostemos con una sonrisa en el pensamiento.

¡Qué bien que sea viernes y que llega el fin de semana!

La justa medida

 Nadie en su lecho de muerte dice: "Debería haber pasado más tiempo en la oficina."

Dublín

Hace años escuché o leí esta frase y me pareció sorprendente.

El trabajo da grandísimas satisfacciones y requiere compromiso pero todo en su justa medida y sin olvidar otras cosas que también son importantes.

Erfolgsjournal

Bodo Schäfer, un coach alemán, opina que una de las cosas más efectivas que uno puede hacer para aumentar su éxito es llevar un diario.

Según él, quien haga esto de manera ininterrumpida durante 3 meses notará una mejora sustancial en su vida.

No se trata de llevar un diario sentimental como el que típicamente se le supone a un personaje femenino de Jane Austen, sino más bien un diario de hombre/mujer de Estado como el que han llevado muchos grandes personajes de la Historia.

Si uno no tiene vocación de persona de Estado, el "approach" más casero sería el de anotar cada día, como mínimo 5 logros conseguidos en ese día.

El concepto de logro es muy amplio, desde lo más pequeño y personal hasta haber superado un reto que a uno le resulta especialmente complejo.

Lo importante es documentar aquellas cosas que nos han salido bien durante el día: Una buena negociación, una buena comida, un bonito peinado, un rato agradable con la familia, haber superado un reto o haber llegado a todo lo que nos habíamos propuesto.

Lo ideal es anotar cosas que nos hayan obligado a salir de nuestra zona de confort y que hayan requerido cierto esfuerzo de superación.

¿Por qué hacer esto nos cambia la vida?
El diario actúa de varias maneras positivas:
- Nos reta a conseguir cada día 5 logros que anotar luego
- Nos obliga a formular y a articular nuestros logros y con ello nos ayuda a reflexionar sobre ellos para aprovecharlos de manera emocional y racional
- Plasmarlos e incorporarlos refuerza nuestra autoestima
- Más allá de plasmar logros también nos permite describir sueños y hacer que los sueños pasen de ser pensados a escritos es un primer paso para avanzar en su materialización.

Hace tiempo que no llevo ese diario y cuando empecé no lo llevé mucho tiempo seguido. Recuerdo, no obstante, que fue una época muy interesante y me lo pasé muy bien escribiéndolo. Lo malo es que me acostumbré a escribirlo en mis entonces frecuentes desplazamientos en tren. Cuando dejé de ir tanto en tren, no acabé de encontrar un hueco físico y emocional para seguir escribiendo y fui perdiendo la costumbre.

Pienso que volveré a hacerlo en breve, aunque tendré que buscar un momento/lugar que sea menos estacional para ayudarme a ser más constante.

Como suelo pensar en estos casos Vale la pena probar cosas nuevas. Si funciona, repito, si no, no.

El reto de los 7 días

Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad."


Winston Churchill


Hace unas semanas escribí sobre las ventajas de ser "insumergible".  Hay gente a la que le es más fácil que a otras ser insumergible pero, en todo caso, es algo que puede mejorarse con un poco de práctica.

La Hulpe. Bélgica

Una vez leí que alguien sugería el siguiente reto:
Durante 7 días, no criticar ni quejarse.


Parece un ejercicio banal pero quien lo proponía estaba convencido de que había un antes y un después de superar este reto.

No lo he probado así que no puedo asegurar que vaya a cambiar la vida de nadie pero, sí creo firmemente que quien critica y se queja está cediendo un poco el control de su vida y revela más de si mismo que la persona más exhibicionista de facebook. 

Algunos afortunados han estado de vacaciones hasta ahora. El lunes puede ser un buen día para plantearse este reto.

Si alguien lo prueba, me gustaría que me contara los resultados.

Estampas de la vida que fluye

"Disfruta de las pequeñas cosas de la vida porque un día mirarás atrás y te darás cuenta de que fueron las grandes." 
Robert Brault

Tenemos un libro en casa que tiene las páginas blancas y allí, cuando me acuerdo, anoto algún acontecimiento relacionado con la familia o la casa. Hay muchos años en los que no apunto nada durante el año, pero hacia finales de diciembre, nos sentamos con el libro y empezamos a apuntar los hechos relevantes que nos han pasado o las cosas que hemos hecho durante el año: Viajes, escapadas, fiestas, gente que hemos invitado, reparaciones en la casa, nuevas adquisiciones, proyectos laborales, nuevas costumbres, etc.

Brujas, Bélgica

Cuando es fácil y nos acordamos, ponemos en paréntesis el més en el que cierta cosa ocurrió. No somos muy rigurosos en seleccionar lo que entra o no en esta lista. Sencillamente ponemos todo lo que se nos ocurre. El paso de los meses ya suele filtrar suficientemente la memoria como para que sólo se conserven los hechos importantes.

Este es el 5º año que hacemos esto y, mirando los años anteriores, no deja uno de sorprenderse de lo falible que es la memoria. Hay hechos que uno piensa que ocurrieron el año pasado y, de hecho, ocurrieron hace 2 o 3.

Cuando en el día a día, suceden cosas importantes, uno piensa que nunca lo olvidará. Y es posible que uno no olvide el hecho pero es muy fácil que uno olvide cuándo ocurrió. El otro día, con mi madre nos acordábamos de mi abuela y, pese a que tenemos muy presente su ausencia, nos costó un rato calcular cuánto hace que nos dejó.

Brujas, Bélgica

Salvo para cosas puntuales, hacer una lista así, no tiene mucha utilidad práctica pero es realmente motivante  ver por escrito todo lo que uno ha hecho durante el año.  Una lista así te hace ver que esa constante sensación de falta de tiempo en realidad no fue falta de tiempo, fue un tiempo invertido en algo.

Feliz año nuevo.