viernes, 23 de diciembre de 2011

Lo importante

"Volviendo a casa". Aeropuerto de Frankfurt
Hace tiempo vi un poster de Mafalda que me impactó mucho. Decía Mafalda con cara de fastidio: "Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante."

Esto es cierto casi todo el año, excepto en Navidad. En Navidad se acepta que dejemos de lado lo urgente para dedicarnos a lo importante y eso me gusta mucho.

Hay quien encuentra cierta hipocresía en el comportamiento de la gente en Navidad porque se dan actitudes que, de hecho, deberían darse todo el año.
Supongo que hay cierta verdad en eso, pero también pienso que más vale que sea una vez al año que nunca.




Dicho esto, me voy a poner un poco práctica porque poner cariño en lo importante consume tiempo y para muchos es una época de estrés y no debería serlo. 
Es un poco tarde para prepararse a fondo, pero todavía hay unas pocas cosas que se pueden hacer para pasar estos días cantando el "Noche de paz" en vez del "Highway to hell".




Todo lo que se pueda hacer con antelación, hazlo.
Seguro que ya tienes tus trucos para que no le pille el tren.
Comparto aquí algunos adicionales por si te inspiran para adaptarlos a tu situación.
La Nochebuena voy de invitada pero el día de Navidad seremos 11 en casa.
Se me ocurrió el otro día repasar y planchar el mantel y las servilletas para que el día 25 no me pase como cada año que lo saco y me doy cuenta de que está totalmente arrugado.
Hoy haré el caldo y mañana pre-cocinaré el plato principal, que es pato al horno, y lo acabaré de hacer el domingo.
Si tengo tiempo y ganas, no descarto, ir sacando la vajilla y los cubiertos buenos para que poner la mesa sea un momento.

Además llevo días haciendo gestos "de pasada" cuando voy por la casa. P.ej. asegurar el papel higiénico y cambiar la toalla en el aseo de invitados, recoger algo que está por el medio, localizar algo que necesitaré el día de Navidad, etc.

Para variar, tengo una lista de la compra y de las cosas que tengo que hacer estos días para no ir estresada.

Usa el congelador
Si te toca cocinar, usa el congelador tanto a priori como a posteriori de las comidas.
Considera cocinar a priori y congelar, p.ej. el caldo. A mi este año se me ha hecho tarde.
Considera también congelar los restos inmediatamente y distribuye así la ingesta de grasas en el tiempo. Si tienes tiempo y ganas, plantéate cocinar un plato a partir de los restos y congelarlo para otro día.

Si no tienes hambre no comas.
Parece que todos asumimos que engordaremos durante estas fechas y esto no tiene porqué ser así.
Yo durante muchos años, de hecho, me adelgazaba.
Ni me lo proponía ni hacía nada especial para conseguirlo. Creo que ver tanta comida y tanto cocinar, hacía que tampoco comiera tanto.
Creo que es importante escuchar a su propio cuerpo y si uno no tiene hambre, pues no es necesario comer, por muy rico que esté. Ya volveremos a comer esto el año que viene.
No soy una experta en el tema, pero tengo la intuición de que el peligro no está sólo en las comidas principales  sino también en lo que comemos en las que no son de "compromiso". Si después de una comilona, no tienes mucha hambre, no comas, o come un yogur o una ensalada y ya está.

Disfruta
Cada Navidad es igual y diferente a la vez. Hay años en los que nos alegramos porque hay alguien nuevo en la mesa y otros en los que estamos un poco tristes porque echamos de menos a alguien. Tal vez porque esté lejos o tal vez porque no volverá.
Tanto la alegría como la tristeza son dos caras de la misma moneda del cariño y el amor. Sólo se echa de menos algo que es o fue bueno y eso es algo positivo en nuestra vida.
Si los compromisos y las convenciones no te funcionan, pasa de ellos. Si realmente lo crees necesario para tu salud mental y física, evita juntarte con gente que no te da felicidad.

En resumen, intenta disfrutar de aquellos que tienes a tu alrededor y si el pavo se quema, pues echas unas risas y llamas al pizzero. Que lo imporante no es que todo esté perfecto sino que todos estén perfectamente.

Feliz Navidad

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